miércoles, 2 de junio de 2010

RELATO ERÓTICO JAVIER BLANK!!

Voy a contar una historia q me ocurrió el otro día… sin esperármelo!!!

Era una tarde lluviosa, mis amigos se habían ido de viaje, menos uno, al cual llame para quedar con el e ir a echar unas partidas… Quedamos a las 7 en una sala de juegos y allí estuve a esa hora…! Me pedí una coca cola para esperarle cuando me llega un sms diciéndome que no puede ir… Me bebo la coca cola rápido y me levanto para irme cuando al pasar por la mesa de billar veo a una chica jugando sola, sin pensarlo me acerco y le pregunto si puedo echar unas partidas con ella a lo que accede. Estuvimos horas jugando, la sala se fue vaciando hasta que le dije que me iba a ir ya que iban a cerrar. Ella me dijo: “No importa, podemos quedarnos más tiempo, conozco a la dueña y nos dejara quedarnos” La dueña se fue, le pidió que cerrara cuando nos fueramos. Cerró la sala por dentro, puso música, bajó la luz y me pidió que continuáramos jugando. Acabamos la partida. Me pregunto que si quería jugar más y yo le dije q no me importaba a lo que me respondió: “Ok, pero ahora jugamos con mis reglas” yo le pregunte que cuales eran y me respondió: “Cada bola que metamos, el otro tiene que quitarse una prenda”. Yo, aluciné un poco, pero accedí.
Comenzamos a jugar y a quitarnos prendas, los zapatos, los calcetines… hasta llegar a las prendas importantes… me quite la camiseta… y a continuación ella… ya solo me quedaban dos prendas (los pantalones y los boxers) y a ella 3 (pantalones y ropa interior) cuando le dije que podíamos dejarlo que no nos quedaban prendas a lo que ella me contestó que no, que aquí se jugaba hasta el final…
Continuamos jugando hasta quedarnos ambos en ropa interior… Cuando ella me ganó… y entre risas me decía que me quitara la prenda… yo tímido le decía que no y ella se sentó en el billar para esperar a que lo hiciera. A si es que me quite la última prenda que me quedaba, quedándome completamente desnudo… Ella se levantó del billar, se me acercó y comenzó a besar mi cuello y a acariciar mi torso... Yo casi no podía articular palabra cuando me dijo que le daba mucho morbo hacerlo en un billar y que nunca lo había hecho, entonces no lo dude y comencé a besar su boca empujándola contra el billar. Al llegar al él, le quité el sujetador, comencé a besar sus pechos quitándole también el tanga, continué bajando con mi boca por su cuerpo, hasta llegar a su sexo y comencé a lamérselo… Sus piernas subieron sobre mis hombros y mi lengua no paraba de lamer su clítoris, ayudándome de mis dedos se lo abría para saborearlo mejor.
Tras largo rato humedeciéndoselo más y más con mi saliva ella se tumbó en el billar, yo me levanté, con sus piernas sobre mis hombros, quedando sus pies apoyados sobre ellos, noté como con la mirada me pedía que la penetrara, agarré mi pene y comencé a acariciar su sexo, estremeciéndola aun más. Continué acariciándoselo hasta que escuché de su boca un “No puedo más, hazlo” y agarrando mi pene con mi mano, comencé a penetrarla muy despacito, sin parar de mirar a su cara, me encanta verla esa cara de placer que ponía. Ella comenzó a mover su cadera arriba y abajo, mis manos no podían parar de acariciar su piel, sus pechos, sus pezones, sus piernas, mientras cada vez la penetraba más deprisa. De su boca empezaron a salir los primero gemidos. Presos del placer no podía parar de penetrarla más y más hasta que ella me detuvo y sin mediar palabra, se levantó del billar y dandome la espalda, subió una pierna sobre el billar, y echó su cuerpo sobre el billar, colocándose para que volviera a penetrarla. Agarrando se cadera comencé a penetrarla de nuevo, estaba muy empapada. Ella se agarraba fuerte mente a la mesa de billar, haciéndome saber que estaba disfrutando más incluso de lo que lo estaba haciendo yo. Sin parar de penetrarla una y otra vez mis manos acariciaban su espalda, agarraban su pelo para levantar su cabeza y escuchar mejor sus gemidos, me encantaba escuchar el golpeo de mi cadera con sus glúteos. Entonces, una vez más, ella me detuvo, se levantó de la mesa de billar. Y se volvió a sentar, abriendo sus piernas, me agarro de los hombros y me acercó a ella. Comenzó a besarme muy apasionadamente mientras yo, acercando su cadera a ella, volví a penetrarla, notando como paraba de besarme para gemir, mientras mi pene la penetraba muy despacio, yo besaba su cuello mientras sus manos agarraban mi trasero para penetrarla más y más dentro. Ella movía sus caderas adelante y atrás cada vez más deprisa. Mis manos agarraban fuertemente sus pechos y mi boca no paraba de lamer su cuello cuando me dijo que no podía aguantar más a lo que la respondí: “Quiero que te corras para mí” y empecé a sentir aun más fuertes sus movimientos de cadera y sus gemidos eran cada vez más altos. Noté perfectamente su orgasmo y eso me excitaba aun más. Ella paró su moviendo de cadera presa del placer mientras yo no podía parar, me tenia muy excitado y estaba a punto de llegar al orgasmo. Entonces ella se levanto del billar, me sentó a mi, agarró mi pene y mirándome a los ojos empezó a pasar su lengua por la punta de mi pene mientras me masturbaba fuertemente, a veces se la metía entera en la boca haciendo disfrutar cada vez más. No podía controlar mi respiración que cada vez era más fuerte hasta que, sin poder aguantar más, comencé a decirle que me iba a correr. Ella, dirigiendo mi pene hacia sus pechos, me masturbaba mucho más fuerte hasta que llegué al orgasmo sin poder controlarlo. Echándolo todo sobre sus preciosos pechos.